29 de marzo de 2011

Todo esta bien.

Siempre he llorado, desde mi infancia lo he hecho, unas veces por capricho, por desesperación, por corajes, y típicas rabietas que hacemos todos de infantes.

Pero ya de grande ( madura si se puede decir ) solemos llorar por cosas significantes, como de emoción, de una perdida de personas queridas, y otras veces por el cierre de ciclos "amorosos".

Recuerdo una día, cuando mi madre me estaba llamando la atención ( por alguna estupidez que de aseguro hice) tenia muchas ganas de reprocharle cosas, pero no me salían las palabras, y empece a llorar, solo recuerdo que me dijo " Algunas veces las lagrimas son palabras que no puedes decir".
- Es cierto- pensé.

Paso un hecho en estos días, donde sentí una impotencia porque no me pude expresar, sentía un nudo en la garganta, me aleje de todos por un momento, y mágicamente el universo me dejo un espacio libre de personas para desahogarme, llore, con ganas llore, y después me sentí muy bien. Y mi día prosiguió tranquilamente.

Es tan sano llorar, pero no es justo que te hagan llorar.