28 de diciembre de 2010

Esos cambios tan radicales...

Y cuando regresa la calma, debido al fallido intento de auto suicidio hahaha, con mi supuesta sobre dosis de vino tinto (léase con sarcasmo). Debí tragarme mis mas arraigados miedos y continuar sin plan B.

Después de mi supuesta tormenta mental, tuve que correr a la cocineta por una gran taza de café, adentrarme en los pendientes laborales, realizar algunas llamadas solo para hablar de otros temas que no son de su índole, y si... por supuesto, debí cambiar el reproductor, a lo que no varió mucho, basto unas cuantas canciones de Bjork, y ahora ya estamos con The XX, que son sumamente alegres, calmadas, dignas de una tarde agobiada.

Me sorprende ahora la manera tan rápida que tengo para superar ese tipo de bloqueos mentales, a pensar de que me torture, casi casi me ahogue en mi vaso de agua, pero bien, se dice que se debe de aprender de malos ratos.