Haciendo paradas continuas en los pueblos y/o ciudades de paso, conociendo poco de sus costumbres, alimentando mi cuerpo y llenando el tanque del auto, si es necesario tomar un grato descanso para continuar a gusto con mi travesía, hasta que me canse, me harte de lo desconocido, empezar a extraniar a mi gente, recordar sabores, y descubrir a quien hecho de menos, y saber que no me has olvidado.